THOMAS HIRSCHHORN
THE SUBJECTERS
La obra de Thomas Hirschhorn (Berna, 1957), podemos verla en La Casa Encendida Ronda de Valencia, 2 , del 9 de octubre al 5 de enero de 2010.
Thomas Hirschhorn nos propone una serie de instalaciones. Instalaciones, en las cuales, aparecen maniquíes dentro de urnas, trabajados con materiales o artículos de uso común como pueden ser tornillos, martillos, cinta adhesiva, cables, camisetas, revistas, peluches,…
Las imágenes que crea el artista son realmente impactantes por una parte, por el tamaño de las obras, un poco mayor que la altura del ser humano, pero sobre todo por el hecho que todos los maniquíes están mutilados y se le pueden ver las vísceras contrastando con el cuerpo artificial de las figuras. También, la ironía está presente en toda la obra haciendo alusión a través de ésta a temas tan actuales como la política, el amor, la estética, a la vez que hace una crítica social. Como por ejemplo, la obra en la que aparece un gran rebaño de corderitos (la sociedad) como si fueran un montón de cerebros, conectados entre sí, y a la vez sosteniendo un mundo abierto, lleno de sangre, vísceras y violencia.
La estética Kitsch presente en toda la obra me resulta llamativa pero a la vez desagradable. Aunque esto sea lo que el artista pretenda, a mi me disgusta bastante. La temática de la obra es bastante interesante y atrevida pero, desde mi punto de vista, ha desarrollado las obras descuidándolas demasiado llegando a parecer improvisaciones, sobre todo si las comparamos con el maniquí perfectamente perforado de tornillos.
THE SUBJECTERS
La obra de Thomas Hirschhorn (Berna, 1957), podemos verla en La Casa Encendida Ronda de Valencia, 2 , del 9 de octubre al 5 de enero de 2010.
Thomas Hirschhorn nos propone una serie de instalaciones. Instalaciones, en las cuales, aparecen maniquíes dentro de urnas, trabajados con materiales o artículos de uso común como pueden ser tornillos, martillos, cinta adhesiva, cables, camisetas, revistas, peluches,…
Las imágenes que crea el artista son realmente impactantes por una parte, por el tamaño de las obras, un poco mayor que la altura del ser humano, pero sobre todo por el hecho que todos los maniquíes están mutilados y se le pueden ver las vísceras contrastando con el cuerpo artificial de las figuras. También, la ironía está presente en toda la obra haciendo alusión a través de ésta a temas tan actuales como la política, el amor, la estética, a la vez que hace una crítica social. Como por ejemplo, la obra en la que aparece un gran rebaño de corderitos (la sociedad) como si fueran un montón de cerebros, conectados entre sí, y a la vez sosteniendo un mundo abierto, lleno de sangre, vísceras y violencia.
La estética Kitsch presente en toda la obra me resulta llamativa pero a la vez desagradable. Aunque esto sea lo que el artista pretenda, a mi me disgusta bastante. La temática de la obra es bastante interesante y atrevida pero, desde mi punto de vista, ha desarrollado las obras descuidándolas demasiado llegando a parecer improvisaciones, sobre todo si las comparamos con el maniquí perfectamente perforado de tornillos.
Ésta obra, en cambio, sí la considero bastante buena en cuanto a la estética, que no deja de ser Kitsch y en la cual se pueden ver perfectamente el o los mensajes que nos intenta transmitir el autor. Personalmente las urnas acristaladas de las chicas me han recordado las cabinas de las “chicas” en Amsterdam, las cuales son también exhibidas al igual que las chicas de T. Hirschhorn y de una forma un tanto macabra.
cierto
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